Critica - Buscando a Dory

CRITICA BUSCANDO A DORY

Buscando a Nemo fue estrenada en 2003, en ese entonces tenía 11 años. Y ahora, 13 años después nos encontramos buscando a la olvidadiza Dory. La expectativa al llegar al cine fue observar varios niños apilados por la película, pero no fue así. Otros contemporáneos compartieron conmigo la dicha de ver la secuela de aquel metraje que vimos de niños.

 Sin embargo, siendo sinceros ¿Por qué Dory recuerda a sus padres ahora? ¿No se supone que sufre de memoria de corto plazo? Estas son preguntas que nos hacemos, que, a pesar de ello existen recuerdos bien marcados por etapas fuertes en la vida, lo cual hace posible la capacidad de recordar fragmentos de su historia.

Claro, ahora que Nemo se encuentra a salvo, es hora de salir al gran azul en busca de sus padres, sin saber absolutamente nada de ello. Si estuvieras en una condición de memoria de corto plazo, ¿lo harías? Dory si lo hizo, pero reconoce su estado por lo que le pide a Marlín su apoyo en ésta épica búsqueda. 

En esta entrega se aprende mucho de Dory: como el origen de su “lengua cetácea”, la canción que felizmente canta bajo la letra de “na-da-remo, na-da-remos, en-el-mar-el-mar-el-mar…”, y sobre todo la manera en la que se encuentra con nuestro pez payaso padre.

Dory es una pez muy especial, que se gana el cariño de muchos: desde la inclusión de nuevos y geniales personajes, como: Destiny, una tiburón ballena muy amable; hasta a Hank, un pulpo huraño con ganas de vivir una vida tranquila.

En Conclusión:

Buscando a Dory nos muestra que hay cosas que trascienden el tiempo y distancia y hasta la memoria, como ese sentimiento a nuestros seres queridos, a esa sensación de hogar y ese gusto de abrazar a tus padres. 

A Buscando a Dory le damos un 4/5 (Espectacular y llena de emociones)

Critica elaborada por colaborador: Andrés Martínez

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